Page 21 - Cambadu 291
P. 21
SOCIO CON HISTORIA
En momentos en que la palabra resi-
liencia parece estar de moda, entre
nuestros socios es una condición
natural para poder adaptarse a las
situaciones adversas, reformular los
negocios y procurar seguir adelante.
Para conocer uno más, de los tantos casos
que hemos compartido, fuimos a conversar
con Álvaro Sacco, director de Alaska tienda
de congelados, comercio que lleva adelante
desde 2009.
“Abrí el 15 de septiembre de 2009 en el barrio
Reus (Democracia y Domingo Aramburú) en un
rubro completamente nuevo para mí. Antes me
dedicaba a la importación y venta, pero en el
2002 me fue muy mal, fui liquidando todo para
salvar la casa de mi madre, que era la garantía
en los bancos, hasta 2006 que no aguante más
y me terminé yendo para España. Al tiempo, allá
empecé a ver las mismas señales del Uruguay
del 2000, la burbuja inmobiliaria, la compra de
autos y apartamentos como si fueran chocola-
tines, y me dije, esta película ya la vi, esto va a
explotar, como finalmente pasó”.
En 2009 Álvaro emprende el regreso, en las
mismas condiciones que se había ido unos
años antes. “Volví con una mano atrás y otra
adelante, y fui a pedirle trabajo a un amigo,
Robert Sosa. Fue honesto y me dijo que el
puesto que tenía que darme no lo podía pa-
gar, pero tenía unos locales que quedarían
desocupados, que eligiera uno y pusiera el
negocio que quisiera”.
La propuesta era muy interesante, pero el
tema económico volvía a ser el escollo a
superar. “Le digo, te estoy pidiendo trabajo
porque no tengo plata, y menos para abrir
un negocio, a lo que me responde, el que
no entiende sos vos, te doy lo que necesites
para que te instales, poné lo que quieras”.
Con esa contundente respuesta bajo el bra-
zo, empiezan a analizar diferentes comer-
cios, entre ellos la instalación de un Abitab
y casa de cambio, pero luego de analizar la
inversión global desisten en esa idea. “Lue-
go de 20 días averiguando todos los requisi-
tos, el numero era cercano al medio millón
de dólares de inversión, no era viable. Ahí
surge la posibilidad de poner un almacén
de congelados, que justamente un conocido
se había instalado cerca de la zona. Robert
me pregunta que sabía del rubro, a lo que le
respondo, nada, pero debe ser como vender
cualquier otra cosa”, comenta entre risas.
21