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SOCIO CON HISTORIA

Matías Comesaña y Martina Teliz se co-
nocieron en enero de 2017 y al poco
tiempo empezaron a visualizar la insta-
lación de una cafetería con un diferen-
cial que le agregara valor a la propuesta
comercial.
El ingeniero de sistemas y la pastelera pro-
fesional nos fueron contando en una entrete-
nida charla, los pormenores de un proyecto
que los tuvo, durante casi dos años, en una
montaña rusa de complicaciones y sinsabo-
res, hasta llegar a la calma de estos días que
les permite comenzar a proyectar con mayor
claridad los pasos comerciales a seguir.

Mientras compartíamos la charla y el café en
el local de Telizzia, afuera la lluvia no dejaba
de caer y se convertía en un ingrediente más
de una historia que tiene como protagonista
a dos jóvenes emprendedores que, llenos de
buenas intenciones tuvieron que sortear un
sinnúmero de dificultades para llevar adelan-
te su proyecto.
“A finales de 2019 empezamos a visualizar el
proyecto, yo había culminado un MBA y Mar-
tina sus estudios de pastelería y alta cocina,
por lo que estaban dadas las condiciones
para abrir un negocio con conocimiento del
tema, en el que me ocupaba de llevar adelan-
te la inversión y ella el tiempo y conocimien-
to”, nos cuenta Matías.
Cuando la decisión estaba tomada, en marzo
de 2020 estalla la pandemia, y si bien los ca-
sos diarios eran pocos y parecía estar contro-
lada la situación, no fue hasta octubre que de-
ciden iniciar las obras. “Firmamos el contrato
con el local, iniciamos la obra y en ese mo-
mento explota todo. La obra que iba a llevar 3
meses, nos llevó 6 y tuvimos que responder
económicamente a todo, y recién en abril de
2021 estuvimos en condiciones de abrir, justo
en el momento en que la pandemia estaba en
su pico máximo y con un gran impacto social”.
La idea siempre fue abrir un “Cat Café”, es de-
cir una cafetería que tiene como valor agrega-
do la presencia de gatos en alguna parte de
sus instalaciones. “La idea surgió a partir de
una cafetería que está en Punta del Este, que
visitábamos todos los veranos y a la que se-
guimos yendo siempre que podemos. Nos pa-
reció una linda propuesta y quisimos replicarla
en Montevideo, en este barrio especialmente
porque vimos que no había cafeterías en la
zona. Es una zona interesante, con movimien-
to y además se trataba de una casa de dos
plantas que nos permitía desarrollar un espa-

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