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SOCIO CON HISTORIA
A los servicios tradicionales de la estación Recuerda, de esa época, el apoyo de su
le fue incorporando otros rubros. “En otros amigo José Luis Umpierrez quien también
países las estaciones vendían de todo, pero había comenzado su negocio minorista. “El
acá no había costumbre. De a poco fui incor- abrió un local en Comercio (hoy Av. Mariscal
porando productos de almacén y como es- Francisco Solano López) y Av. Rivera, que
taba abierto las 24 horas fue muy exitosa la se llama Super Krill, en el mismo tiempo que
propuesta, venían clientes de otros barrios a yo estaba con la estación. Le ha ido muy
comprar comestibles, y al tiempo otras esta- bien, pero siempre se mantuvo con la misma
ciones fueron ampliando su oferta”. estructura de autoservicio pequeño, y ahora
la zona cambio mucho, hay mas gente por
“En otros países las estaciones los edificios que construyeron en la zona,
vendían de todo, pero acá pero también se multiplicó la competencia.
no había costumbre” Él tuvo mucho que ver con nuestro pasaje a
autoservicio”.
Enrique mantuvo la estación de servicio por
15 años, a pesar de que ya se había insta- Recuerda que un año antes de abrir Super
lado en la esquina de Av. Gral. Flores y Av. Vero en 2004, se casó con Verónica. “Des-
Garibaldi con Super Vero. “En esta esquina de el inicio mi señora dio una gran mano en
estaba el bar Casal, que en determinado toda la parte administrativa. La estación se
momento cerró, el local quedó vacío por un puede manejar a distancia, de hecho, la ma-
tiempo y yo temía que se instalara un auto- yoría de los dueños no están en los locales,
servicio que me hiciera la competencia. Este pero hoy no es lo mismo”.
local estaba muy abandonado, muy descui- “El día que abrimos coincidió
dado y era la mitad de lo que es hoy. Arran-
camos muy de a poco, comprando en mayo- con una manifestación (…)
ristas de Arenal Grande y con mi experiencia y realmente me asuste por
de minorista en la estación”. la cantidad de gente que
había adentro del local”
“El día que abrimos coincidió con una manifes-
tación que venia desde el Palacio Legislativo y
realmente me asuste por la cantidad de gente
que había adentro del local, no se podía cami-
nar. El encargado del local en ese momento,
que venía de una cadena, estaba contentísimo
porque el local estaba lleno, pero yo veía que
la gente recorría y había cosas sin precio, mal
ubicadas y todos los detalles de una apertura.
Al otro día empezó la realidad, sin manifesta-
ción no entro casi nadie, pero la experiencia
sirvió para ajustar todo lo que no se había po-
dido hacer antes”, recuerda Enrique.
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